Este film puede considerarse la obra maestra de Wong Kar Wai, ya que es un ejemplo perfecto del estilo estético y visión creativa del autor. Todos los elementos se encuentran en armonía. La fotografía, iluminación, vestuarios, decorados, etc; entran en juego para lograr una composición armoniosa y coherente, visualmente hermosa, con una carga emocional y social importante. El film relata la historia de la Sra. Chan y el Sr. Chow, dos vecinos que buscan compañía mutua tras enterarse que sus respectivos conjugues tienen un romance.

La relación entre la Sra. Chan y el Sr. Chow es bella de una manera increíblemente sutil. Nada entre ellos es obvio, se trabaja constantemente con un tipo de erotismo, tácito y latente, que domina pero no opaca esta relación. El sexo o el contacto físico, pasa a un segundo plano, y abre el camino a sentimientos más puros, pero no por eso más inocentes. La soledad marca profundamente a los protagonistas y el encontrar compañía y compresión mutua es algo que significo para ellos una nueva vida. Pero esta película es completamente realista. No se trata de un romance idealizado, con un final feliz.

Esta historia de amor es real, con altos y bajos, y que no necesariamente termina como el espectador quiere, si no como la vida, las circunstancias y las decisiones lo dispusieron para los personajes.

El manejo de la información, o más bien falta de ella, es genial a la hora de capturar al espectador. Es fácil perderse en la historia de estos dos personajes cuando se nos adentra en un mundo en el cual casi más nada existe. No hay nada que nos distraiga de los dos protagonistas. Finalmente, la actuación de los artistas es lo que une todo, trayendo a la vida dos personajes que son infinitamente complejos.

“In the mood for love” se aleja de las convenciones, utilizando un ritmo que, si bien es pausado, captura por complete al espectador. Este film nos adentra en una historia de amor que deja de lado la ansiedad e impaciencia de la pasión, a través de la contención y la prudencia.

El uso de los colores, la iluminación, la falta de un guión determinado y la mirada particular que da la cámara, son características de este film que rompen con las normas convencionales. Hay una cámara que ayuda al espectador a ubicarse dentro de la historia, observando, espiando, siendo testigos de algo secreto y puro.

En la habitación, 2046, la intimidad entre Chan y Chow es palpable, no solo a través de las acciones o diálogos de los personajes, sino también gracias a los recursos empleados. Esa tensión sexual y romántica, que intenta pasar desapercibida, se siente a través de miradas furtivas a través de los espejos estratégicamente utilizados, el delicado ondear de las cortinas roja y el incidir de una luz amarillenta que otorga calidez y profundidad a la tez de los personajes, causando en el espectador una suerte de humor que abre las puertas de la imaginación.

“In the mood for love” es un film extraño, lleno de elementos inusuales y sorprendentes, que crean una coherencia estética y fílmica hermosa e intrínseca.

Ubicado completamente en la cultura asiática, la música representa una elección casi absurda, mezclando las culturas asiática, latina y americana con Nat King Cole. Sin embargo, la elección resulta ser acertada, siendo una mezcla cultural completamente homogénea y coherente, tanto, que es imposible no imaginar a Chan y Chow al escuchar las palabras: “Quizás, quizás, quizás…” 

Won Kar Wai creo con este film una historia completamente real y pura, con personajes comunes, vivos y con sentimientos reales, de una manera nada común, invitando al espectador a imaginar y a convertirse en un testigo creador del romance de los protagonistas.

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